20080401

Cambiando el tiempo a nuestro libre albedrío

Leo en Notam que el cambio de hora de verano, el último fin de semana de marzo, dejó en tierra a 340 pasajeros de la compañía Clickair. Yo soy de los que sostengo que el cambio de hora es una desventaja en vez de una ventaja. A ver, todo tiene sus desventajas y ventajas. En este caso hay más desventajas que ventajas. El más evidente es que hay una hora que no se trabaja. Desde las 2:00 a las 2:59 ya que cuando son las 2 se adelanta una hora el tiempo. Vease lo absurdo de la anterior frase. Como la sociedad piensa que modificando el tiempo puede ahorrar el dinero ni corta ni perezosa va y lo modifica. "Ahora quiero que sean las 10 en vez de las 9". Es absurdo e infantil. Va en contra de la propia esencia del tiempo que es su constancia perpetua.
Pero dejando el concepto de base al lado, que como insisto es absurdo, hay una serie de efectos colaterales de todo tipo. El citado de los aviones es un ejemplo. En marzo cuando se adelanta una hora supongo que lo que harán es simplemente no programar ningún vuelo entre las 2 y las 3. Las 2:3o es una hora fantasma, a lo mejor existe en otra dimensión. Pero más complicado debe ser al restar una hora, creo el último fin de semana de octubre, por lo cual a las 3 se ponen los relojes las 2 . Por ejemplo, si programan un vuelo a las 2:30, ¿a qué 2:30 se refiere? ¿a la primera 2:30 o a la segunda 2:30? Ahora que lo pienso. Nunca he estado despierto el último fin de semana de octubre pero debe ser interesante. Es como un dejavu. Pero hablando en serio supongo que en el caso de los aeropuertos lo que harán es no programar ningún vuelo entre las 2 y las 3 pero aquí la pérdida sería mayor puesto que se perderían 2 horas: la primera vez que el reloj va de las 2 a las 3 y la segunda vez motivada por el atraso de una hora. No tiene sentido.
Luego están los contratiempos habituales de todo tipo. Aparatos de toda índole con el reloj desactualizado que nos desorientan los primeros días y sobre todo los fisiológicos. Bien es cierto que estos contratiempos inciden de distinta forma en cada persona pero quienes lo más lo notan son los niños.
Y por último y más importante, el cambio del tiempo hoy en día en las sociedades de la Europa Occidental (no sé si todavía se puede hablar de Europa Oriental), no tiene sentido económico porque la electricidad se usa a todas horas. Veámoslo con un ejemplo.
Con el cambio horario:
Hoy me he levando a las 6 de la mañana. Evidentemente he encendido la luz y me he puesto con el ordenador portátil. He ido a trabajar, he encendido la luz y me he puesto con el ordenador fijo. Luego he ido a casa a las 18 y me he puesto con el ordenador portátil y he encendido la televisión sin encender la luz.
Sin el cambio horario:
Hoy me he levando a las 5 de la mañana. Evidentemente he encendido la luz y me he puesto con el ordenador portátil. He ido a trabajar, he encendido la luz y me he puesto con el ordenador fijo. Luego he ido a casa a las 18 y me he puesto con el ordenador portátil y he encendido la televisión sin encender la luz.
Balance: me han robado una hora de mi tiempo para nada.
Más claro, llevándolo a los extremos. Supongamos que antes del cambio horario me iba a trabajar de día y regresaba de noche. Y que ahora con el cambio horario me iba a trabajar de noche y regreso de día. El balance es igual. Antes del cambio de horario no encendía la luz y al regresar sí, y después del cambio de horario es al revés. Saldo 0, excepto por la chiquillada de cambiar el tiempo.
Cambiar el tiempo, ahí está, con dos cojones.

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