20081115

Globalización

Bueno al final yo también voy a hablar de la crisis.
Continuamente están ocurriendo hechos de todo tipo dignos de ser recogidos en un blog.
Como, por poner un ejemplo, la cumbre de 20 países en Washington, con súplica, por parte de zETAp a Francia para acudir, incluida, la cual por cierto, ha dejado, entre otras, esta foto:


La reflexión que quería hacer, tonterías como la cumbre aparte, es la falta de memoria de la sociedad. Espero que los despistados que entran a este blog conducidos por el inextricable algoritmo de búsqueda de Google, al menos piensen unos segundos sobre lo que voy a decir.

Concretamente me refiero al peligro de una tercera guerra mundial. Sí, puede parecer una locura pensar en la posibilidad de una tercera guerra mundial, pero precisamente, el hecho de que nadie piense en esa posibilidad es lo más peligroso. Como bien es sabido, la humanidad, y en concreto las sociedades europeas, siempre, constante y repetidamente, han estado luchando entre ellas. Es más, a medida que han ido avanzando, desde los inicios, la amplitud de tales luchas ha ido creciendo en importancia y en mortal efectividad. Desde unas pequeñas tribus, hasta las naciones de la segunda guerra mundial, pasando por todo tipo de guerras, guerrillas y demás escaramuzas. Por todo ello es absolutamente normal que alguien reclame que se revise el actual estado de los ejércitos y sus mandos y órdenes. Que quede clara y meridianamente claro que ningún ejército o nación puede por "error" o "descuido", desencadenar un conflicto mundial. Aún está reciente el desfalco financiero de las hipotecas subprime como para ver claramente el peligro que existe de no tener un control correcto sobre los activos (financieros o militares).

Es más, yo hace tiempo, anterior a este período de crisis, tenía la intención de escribir una entrada hablando sobre el increíble e inédito período de paz que estamos viviendo comparado con el bagaje bélico anterior. La mayoría de las personas, con cierta edad, y con cierto sentido común, coincide en que este período pacífico que estamos disfrutanto no es la tónica general a lo largo de la historia de la humanidad. Es más, este período de paz es largo en tiempo y en una dimensión también importante, en intensidad. Con intensidad me refiero al nivel de información del que disfrutamos en este largo tiempo desde la segunda guerra mundial. Por así decirlo, es una paz intensa, una vida en paz más plena, con más opciones y más libertad, de conocimiento y de acción. Pero todo esto, no es incompatible con un juicio sereno y sosegado de nuestras raíces y de nuestro pasado. Precisamente esta intensidad de información y libertad que nos posibilita y nos ofrece un mayor rango de acción y un futuro mejor, no nos debe hacer olvidar el pasado. Y recordar el pasado es una acción personal, una opción que debe ejercitar un ser que quiere abandonar su pasado animal y busca una evolución más inteligente sin limitarse únicamente a la información generada por la actualidad a través de las redes. Para encontrar esa ruta de un punto a otro, debe tener en mente el camino recorrido para no dar vueltas sobre un mismo punto. Y todo eso, llevado a la actualidad supone recordar todas las atrocidades, crímenes y maldades ocurridas hace tan sólo 65 años e intentar encontrar el camino para no volver a ese punto, nunca, si quiere que su inteligencia evolucione.

Recordar el peligro de una tercera guerra mundial, es también, una especie de muestra de respeto a todos los que murieron en las anteriores guerras. Al pensar en una guerra estamos recordando a los que murieron y supone una prueba de que no nos hemos olvidado de ellos y que por lo tanto al menos sirvió de algo su muerte.

Bueno, pues aunque hacer memoria de nosotros mismos parece que no está de moda, y algunos piensen que es una pérdida de tiempo, espero que a alguien le haya servido para reflexionar un poco sobre su existencia y la de los demás a través de su aplicación a la crisis que nos ha tocado vivir.

Paz y amor.

Nololai en TV

El gran y afamado grupo Nololai grabado con sonido en directo, real, aunque youtube ha añadido por su cuenta un desfase entre el sonido y la imagen, en la conversión del formato wmv original al flv de youtube.
En todo caso, una excepcional oportunidad de disfrutar de su inconfundible sonido y su indiscutible buen gusto.