Ansar.
Empezaré este blog con Ansar y el PP (entre otras cosas porque me va a tocar poner a parir a los sociolistos y no quiero parecer seguidor del PP o gentuza afín).
Hagamos un poco de historia aunque ya sé que no está de moda.
1996: España está en una crisis total tras más de una decada de gobierno socialista y tras varios de corrupción total, los prespuestos generales no son aprobados y el estado se encuentra estancado. Ante tan catastrófica situación Ansar no es capaz de alzar su voz y proponer una moción de censura. De forma cobarde y mediocre espera a que Felipe González no pueda hacer otra cosa que convocar eleccciones generales. Pocos fuimos los que criticaron la pasividad de Ansar en una situación que precisaba de algo más que la simple espera a ver si se solucionaba sólo.
Aquella fue la carta de presentación de Ansar. Ganó las elecciones por poco y empezó la etapa del PP. Tras un principio de buena gestión por parte del PP, comenzó su corrupción: Gescartera. Gescartera es mucho más grave de lo que parece. Tan grave es que cuando se destapó Gescartera Ansar debía haber dimitido. Y como no lo hizo, el pueblo español debería haberlo hecho en las elecciones del 2000 en vez de darle mayoría absoluta. Pobre pueblo, siempre tan inocente ...
Gescartera es más grave de lo que parece. El secretario de estado de hacienda (que se dice pronto) se dedica a lavar dinero negro. Secretario de Estado de Hacienda, el cargo que se encarga de que todos paguemos nuestros impuestos, se dedica a lavar dinero negro. Por supuesto no dimitió nadie. E insisto que el que debía haber dimitido es Ansar, ¿por qué? porque Enrique Giménez-Reyna (Secretario de Estado de Hacienda) no lo conocía nadie excepto Ansar de sus vacaciones con sus respectivas familias en Nerja. El pueblo español perdonó ... y lo pagó caro.
Trío de las azores. Ansar buscaba la presidencia de la Unión Europea y pensó que la guerra Irak sería como con Bush padre, un paseo por el desierto y le catapultaría internacionalmente. Se equivocó de nuevo. Se hizo aliado de una invasión a un país ilegal. Según el derecho internacional Ansar debería ser juzgado y condenado a cadena perpetua.
Y aquí nos encontramos con Ansar nombrado consejero vitalicio del Consejo de Estado
Mi opinión es que Ansar debería estar ahora en la cárcel junto a todos los que dicen de él que es un gran estadista, es decir, todos los del PP.